jueves, 8 de septiembre de 2011

Puedo darte lealtad, amor. Algún que otro enfado, de esos que dan chispa a la rutina. Puedo gritarte, besarte, ponerle buena cara a la vida. Sacarte las castañas del fuego en alguna que otra ocasión. Puedo amarte todo lo que soy capaz de amar a una persona. Llevarte a lugares inesperados, sorprenderte con algo nuevo cada día. No dejarte dormir más de una noche. Puedo ser quien tú quieras que sea. Entregarme a ti por completo. Te haré reír con mi mente de niña, y puede que llorar. Todo lo nombrado anteriormente y más, a cambio de un simple te quiero.

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