Ríete, ódiame, habla mal de mi… Que después de todo, yo se que te revienta verme feliz. 

Hoy me he levantado de la cama soñando que tu estabas dormido dentro. Todo lo que tengo te lo daba por tenerte aquí en mi almohada. Quiero en este momento oír tu voz hablándome de los días felices que aún no me diste y tendré. Somos el camino que hay en medio entre el hecho y el deseo. Somos la distancia.

Te quiero por que haces las cosas fáciles. Te quiero por que tú eres el que me da esa sensación de querer el mundo a nuestros pies. ¿Y sabes que más? Que si me pusiera a escribir todas las razones por las que te quiero, acabarías cansándote de mí. Así que me limito a decirte lo básico, lo que a pesar de que lo hallas oído casi todos los días, espero que nunca te canse. Que no podría vivir sin ti, bueno, tal vez sí, pero tampoco quiero tener que intentarlo.